Variedad típica de la comarca del Empordà. Es un embutido tradicional que se presenta crudo o seco, como si fuera un fuet. Su característica principal es que incluye el azúcar, lo que le proporciona un sabor muy personal gracias a una combinación de dulce y salado poco habitual y que nos conecta con tiempos remotos, medievales e, incluso, romanos. Encontramos carne magra cruda de cerdo, azúcar, piel de limón y sal. Resulta una butifarra rosada y muy reluciente cuando es cruda, de un color rosado grisáceo cuando se deja secar. Se tiende a consumir más bien seca, aunque las recetas con la butifarra cruda se mantienen: confitada con manzana, a la brasa, cocida en aceite y agua ... Como buen figuerense, era uno de los platos predilectos del pintor Salvador Dalí.
Se comercializa cruda o seca y era uno de los platos predilectos del pintor Salvador Dalí